TRAMA CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA #29

Saulo, Saulo ¿por qué me persigues? le dice el Señor a Saulo al derribarlo del caballo en el camino a Damasco. Lo mismo pudiéramos decir nosotros sobre esa vil campaña difamatoria contra la Iglesia Católica en particular porque ya sabemos que los protestantes apenas protestan. La Iglesia Católica ha levantado su voz profética pese a grandes errores pecados y hasta crímenes que sus miembros han cometido y cometen porque al fin y al cabo son también hombres de carne y hueso como Pablo, Pedro o Judas el Iscariote. Pero Pedro se arrepintió mientras Judas desesperó. Saulo por su parte sabemos que perseguía a la Iglesia hasta que se encontró con el mismo Señor en el camino de Damasco y cambió de rumbo convirtiéndose en el gran Apóstol de los gentiles. En realidad como dice tan acertadamente San Agustín el mejor testimonio de la divinidad de la Iglesia es que permanezca incólume siendo tan humana. En el caso que estamos presenciando obviamente se trata de una burda y torpe maniobra para desprestigiar a la Iglesia utilizando a un cabeza de turco para luego negar toda responsabilidad quemarlo y más tarde resucitarlo en algún otro puesto. La respuesta de la Iglesia es siempre la misma: Las puertas del infierno no prevalecerán jamás contra ella y lo único que lograran es dar coces contra el aguijón cuando lo que en realidad debieran hacer es recapacitar corregir errores e iniciar un diálogo serio y sincero con la Iglesia que está más dispuesta que nadie para hacerlo como lo han declarado oficialmente. Todo lo demás son palabras que lleva el viento.