Era de preverse que un estado edificado sobre arena (Mat. 7, 27) se viniera abajo tan rápidamente. Porque es indudable la profunda crisis que divide ese país entre la modernidad y lo arcaico. Y si no se ha desplomado todavía no tardará mucho en hacerlo simplemente porque no se puede mezclar lo que es de Dios con lo del César y si en la antigüedad existió lo que ahora llamamos teocracia tuvo aun entonces efímera duración porque en la misma biblia leemos en el libro de Samuel (que los israelitas pidieron un rey que fue el primero Saúl y luego David el rey poeta preferido de Dios.
En el caso que nos ocupa todas esas restricciones a las libertades individuales no han impedido un extraordinario desarrollo tecnológico en particular en el campo de la cibernética que se ha convertido en el peor enemigo del régimen y la mejor arma defensiva del pueblo y sobre todo la juventud que clamorea por una apertura más democrática sin renunciar ni a su cultura ni a su religión. No hay que olvidar que los iranís no son propiamente árabes sino persas y hablan su propia lengua el farsi. Por otea parte es muy significativo que esta por decirlo así primera revolución cibernética o "internética" se dé en Irán un país hasta ahora sometido a unos fanáticos religiosos que ya no tienen lugar en el mundo moderno.
Podrán quizás aplastar en sangre como el caso de la joven estudiante Neda cuya foto dio la vuelta al mundo como símbolo de rebeldía contra un régimen injusto pero a la larga no le servirá de nada porque el espíritu humano es invencible y aunque aplastaron también las aspiraciones de los jóvenes chinos hace 20 años en la Plaza de Tiannamen las nuevas generaciones no han olvidado la lección aprendida y también más tarde o más temprano se impondrá el espíritu de libertad que esta inserto en la misma naturaleza de la persona humana y no hay fuerza represiva de tanques o cañones para aplastarles ese espíritu.
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