AMENAZA DE MUERTE#58

El otro día escribi carta al editor que La Prensa publico el Lunes 31 de Agosto sobre la realidad terrible que estamos viviendo en Nicaragua y que yo consideraba era un régimen de terror como el que describiera Orwell en 1984 y que algunos consideraron que yo exageraba. Pero la amenaza se ha cumplido y hoy en la mañana recibi la llamada de un funcionario supuestamente del INSS ofreciéndome socarronamente un seguro de vida, pues me dijo que mi vida peligraba por mis ataques a este gobierno a lo que yo le proteste que yo no les tenia ningún miedo y que los esperaba en mi casa a pecho descubierto porque se que son cobardes y matan por la espalda. Además de eso llamé a Edén Pastora que supuestamente era mi amigo pero no pude hablar con él y luego a Donald Mendoza Mayor retirado del Ejército a quien conoci en la Embajada de Washington y del que-no me avergüenza confesarlo-me hice muy amigo como tantos ingenuos que habemos en este país que creimos alguna vez en el idealismo de los sandinistas y nos equivocamos porque resultaron peores que los Somoza pero más maléficos y por lo tanto diabólicos. Le dije claramente que yo se que ellos dos andan organizando bandas para militares aquí y en Honduras para atacar a gente indefensa porque yo por ejemplo ya tengo 76 años no tengo armas ni pienso adquirir porque me basta mi conciencia que me obliga a denunciar públicamente no solo a los responsables directos de todos estos crímenes sino también a los amigos y familiares que siguen cooperando con este gobierno de oprobio. Yo estoy tranquilo porque ya vivi lo suficiente, tengo ya 76 años y cáncer terminal, ya viví bastante y vi mundo aunque confieso que todavía me falta mucho que leer sobre todo en lenguas clásicas griego o latino que son mi pasatiempo preferido y quehacer profesional escribir en lo que pueda contribuir al bienestar de este pueblo denunciando las injusticias como lo hacia mi primero Martir, mi ejemplo a seguir Pedro Joaquin Chamorro Cardenal. Por lo demás con la fe puesta en Dios leyendo siempre los evangelios, las cartas de San Pablo y los salmos que tanta paz nos trae al alma. También amenazaron con matar a mis hijos y a mi nieta Andrea que me ayuda en la computadora a escribir estas cosas y que estudia en el Colegio Calasanz. El sicario que me llamó me dijo además que ellos sabían donde vivian y donde trabajaban mis hijos mayores y hasta mi hija Ana María que está en los Estados Unidos, datos que solo una super organización mafiosa como la de este gobierno puede saber. Por mi parte estoy dispuesto a llevar esta denuncia a la radio, television y donde sea menos a la OEA en la que ya no creo y todavía menos a la ONU desde que el traidor Miguel De-Escoto se sumó a la banda de asesinos. Y se lo puedo decir en su cara porque él sabia antes de hacerse público lo de la Soyla América y no dijo nada. Aquí estoy en mi casa tranquilo esperándolos. Ya saben -porque lo saben todo, como Dios- donde vivimos y qué hacemos. Pero si lo tienen todo, les falta una cosa…

N.B.
A la Policía no les aviso porque son la misma cosa!