EL MITO DE FIDEL

Porque Fidel es eso un mito que él mismo ha venido creando alrededor de sí mismo. Y como todo mito es también una fábula, una ficción que no existe en la realidad tal y como es de hecho en la misma realidad. O sea que despojado de toda exageración e hipérbole retoma el hombre cualquier hombre su verdadera dimensión humana que sólo se la da la reflexión ante su propia muerte como sostiene el gran filosofo griego Sócrates en el dialogo Fedon punto de partida de toda metafísica. Porque prácticamente Fidel comprende que ya está muerto y lo único que hace es reflexionar sobre su propio mito de su obra aunque como un viejo atleta que sabe que sólo es un recuerdo y talvez a lo sumo un personaje en el Salón de la Fama se va poco a poco despojando de lo que es sólo adorno y queda como nació, desnudo ante el mundo.

En realidad la Revolución Cubana terminó cuando cayó el telón de acero en 1990 aunque Fidel por tozudo y cazurro como buen gallego que es no quiso aceptar que el mundo el que él creyó se había desmoronado como el ídolo del profeta Daniel que tenía los pies de barro. Y si no fuera por la ayuda casi inextinguible de Venezuela como lo fuera antes la de la Unión Soviética ya hubiera desaparecido del mapa o hundidose la isla en el tempestuoso Mar Caribe. Porque nunca han querido comprender los hermanos Castro lo que tienen ante sus narices a menos de 90 millas náuticas que son sus vecinos inmediatos los Estados Unidos de América. Y Fidel prefirió sacrificar a su pueblo que entenderse desde el principio sin necesidad de renunciar a ningún principio o después cuando se hace ahora más que nunca imperativo. Y sacrificar a su pueblo por supuesto sin sacrificarse él porque habrá que ver cuánto le cuesta a Cuba mantener a Fidel vivo mientras en los hospitales falta todo: gasas, medicinas, agujas, etc. Y si de comidas se trata el mismo Fidel ha reconocido que su plato preferido es la langosta  que no compra porque se la pescan mientras el pueblo se muere de hambre sin faltarle importado de España el mejor jamón del mundo el Jabugo de Andalucía de cerdos alimentados de bellotas como la parábola del evangelio. Y esto no es fábula sino realidad por eso aunque diga lo contrario y los sicofantes que no faltan canten loores en su honor la realidad hace gemir a un pueblo que clama por liberarse de la cruel tiranía.