La tragedia de Nicaragua es que ya mas que un país soberano se ha convertido en un feudo dependiente, los caprichos del Capo mafiosos que mandan en Venezuela mafia a la vez depende de la súper mafia petrolera rusa al mando de un verdadero criminal como Putin que intenta chantajear al mundo entero con su poderío intacto atómico en cierto sentido en forma más insidiosa y por tanto peligrosa que la misma URSS que desapareciera en 1990. Esta aseveración puede parecer un tanto exagerada pero no lo es si examinamos cuidadosamente el actual panorama mundial. Es obvio que la Rusia actual tiene el suficiente para hacer presión sobre Nor Korea e Irán muy cerca ambos países de su esfera geoestratégica para resolver de una vez por todas, el complejo problema de la no proliferación nuclear.

Perfectamente puede Rusia hacer presión en Irán que por su parte trata de obtener una hegemonía nuclear absoluta sobre Egipto y Arabia Saudita porque a los iraníes que no son árabes les importa un comino la suerte del pueblo palestino y lo usa solo como un pretexto para construir por debajo la bomba atómica y amenazar a esos dos países árabes. Bien sabe –porque no hay loco que coma fuego- que de lanzar un ataque a Europa llovería fuego apocalíptico sobre ella. Más aun bien pudieran los rusos ejercer influencia sobre Afganistán pero no les interesa –más bien pienso lo contrario- que están ayudando a sus antiguos enemigos los Talibán para desquitarse de la derrota sufrida a manos de estos con el apoyo de Estados Unidos- porque en el fondo lo que buscan en humillar y vengarse de los Estados Unidos.

Volviendo a Nicaragua que es lo que nos interesa el plan de Chávez que no es más –como lo fue Castro en su tiempo- que un peón en una Rusia interesada en reconquistar el predominio mundial de lo que llaman los pro-eslavos la tercera Roma o sea Moscú el plan era a través de Nicaragua apoderarse de Honduras y más tarde Guatemala, El Salvador y en último término México ya en las mismas fronteras del Imperio americano. Y no creo estar exagerando pues me atengo solamente a los hechos por todos conocidos. En América del Sur ya tienen a su favor Ecuador, Bolivia, Paraguay, Argentina y el mismo Brasil que por la torpeza de su líder Lula quien evanecido por la pujanza innegable de su país pretende jugar en grandes ligas sin tener la capacidad para ello comparado con los otros miembros del llamado grupo de países emergentes: BRIC o sea Brasil Rusia India y China.

¿Cómo logran esto en Nicaragua? muy sencillo. A través de Daniel Ortega y de su hermano Humberto radicado pero no distanciado en Costa Rica a distancia prudente. Esto lo logran por medio de tres personajes siniestros: el Cardenal Obando que sigue siendo un Príncipe de la Iglesia y pertenece por tanto al selectísimo Colegio de Cardenales que en realidad gobierna la Iglesia por encima de la labor pastoral de los Obispos como se puede ver en nuestros casos. El Cardenal Obando es el encargado de aplaudir, secundar y bendecir todo lo que el gobierno hace.

El segundo es su favorito Roberto Rivas que como Presidente del Consejo Supremo Electoral se encarga de amañar todas las elecciones supuestamente democráticas en nuestro país a cambio de su enriquecimiento desorbitado. El tercer personaje es el más siniestro aunque no el más perverso que es el Cardenal Obando por su responsabilidad en su alto cargo; me refiero obviamente al Beria nicaragüense encargado como el de Stalin controlada a la posesión por medio del terror no generalizado sino personalizado o sea cada uno de nosotros que es un método mucho más efectivo que el usado por la Gestapo nazi.

Y no estoy hablando de algo imaginario sino totalmente real, realísimo que sucede en nuestro país y si fue un Papa el que permitiera aunque no lo aprobara en su corazón –lo que no basta- a un Hitler dominar a Europa y exterminar a los judíos fue otro Papa esta vez polaco el valeroso Juan Pablo II el que se encargara de destruir al Imperio del mal soviético que ahora por desgracia resurge con Putin a la cabeza en la Santa Rusia.